Estoy tan triste que ni siquiera puedo explicar cuanto. Casi no puedo escribir. Lo único que podría aliviar mi desdicha sería que me des bola. Pero no va a pasar, nunca va a pasar. Me las voy a tener que arreglar con mi angustia.

Nudo en la garganta, lágrima gruesa, se acabó,
y dejo que las oleadas de dolor se apoderen de mi ser. Ya está.